Descripción: El navegante en la ruta de la fé, es Tomás y Jesús a la vez, dudando y confiando avanza en las invisibles corrientes de su mar, mantiene su fuego y paciente espera, espera, espera el tiempo que deba esperar aunque en musgo y algas su ser transmute abrir la flor esperará. Deberá entonces asumirse en el ser más fecundo y gozar de un invisible fruto hasta que le acontezca en la realidad.